Una ronda de aplausos,... se encienden las luces y de vuelta al autobús. Una vez en él, algunos charlaban, reían, otros cantaban... En fin! cada loco con su tema. Lo que sí habíamos hecho en común fue ir a ver una fantástica obra teatral titulada Pinocho.
Atended que os lo cuento más detalladamente.
¡LUCES, CÁMARA...ACCIÓN!
Era el típico lunes, niños somnolientos algunos con la mano levantada y otros bostezando. Ya estábamos en fila para ver la obra.
Sentados en el teatro y antes de empezar, dos niñas y Tamara, nuestra profe de prácticas, subieron al escenario para grabar efectos especiales.
Nos pareció una obra curiosa, pasaban de ser especialistas a ser espectadores de una obra de teatro imaginaria y utilizaban el mismo decorado para recrear diversos lugares. Además hacer esa obra no tuvo que ser muy costoso ya que todo era de cartón, tenían ropa vieja. Esto me demostró que con poco dinero se pueden hacer cosas muy interesantes, lo importante es tener buenas ideas.
